En 2009 nace el proyecto “Punta de Flecha”, con el fin de preservar y
dar continuidad al viñedo de nuestra familia.
Este viñedo, ubicado en Serranillos del Valle (Madrid), tiene un valor
incalculable por ser el último que queda en esta localidad. La
presión urbanística arrasó con todo el patrimonio vinícola de
Serranillos por lo que, esta joya plantada en 1940, merecía de un
cuidado y una preservación muy especial.
Con el paso de los años hemos encontrado más viñedos, en
situaciones similares, que se han ido sumando a este proyecto y que
se sitúan en poblaciones cercanas: Batres, Carranque, El Álamo,
Cubas de la Sagra… Todos ellos forman ya parte este proyecto tan
especial que lucha por la resistencia de estas últimas maravillas que
no pueden desaparecer.
Nuestra filosofía de trabajo se basa en un respeto total al medio,
tanto en el campo como en la bodega.
El viñedo sigue una línea de trabajo muy precisa que lucha por un
cuidado respetuoso de la planta y del entorno que la rodea. Este
trabajo se basa en un respeto total a los ritmos del viñedo, gracias
a la observación sistemática y a la experimentación en el mismo
para poder cubrir, de la mejor forma posible, sus necesidades y
características; y a su tratamiento a partir de fermentados y
decocciones de diversas plantas obtenidas en los mismos
alrededores, como son la ortiga, cola de caballo, caléndula y
manzanilla.
Ya en la bodega, la uva obtenida en estos viñedos se elabora de
forma individual con las levaduras autóctonas de cada paraje,
preservando de esta forma la identidad de cada viñedo; y el vino que
se obtiene, sin usar ningún tipo de química enológica en su proceso
de elaboración, es… ¡solo uva! Siendo esta la identidad más pura de
nuestros vinos